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Battlezone

Mecánica del juego

El jugador controla un tanque de asalto en un entorno 3D minimalista visualizado desde el interior de la máquina, para la vista subjetiva. El objetivo del juego es destruir el máximo de enemigos sin ser tocado. Los enemigos incluyen tanques, supercarros, misiles y platillos voladores. Los tanques son móviles y disparan. El superchar es más móvil y rápido que el tanque normal. Los misiles aparecen en el cielo, luego vuelan sobre el suelo hacia el jugador realizando zigzags: a sincronización Es muy preciso destruirlos. Los platillos voladores son inofensivos: su destrucción trae puntos de bonificación.

La interfaz incluye un visor en el centro de la pantalla, que permite atacar a los enemigos, y una pantalla de radar, que permite localizar enemigos fuera del campo de la visión. La terminal de arcade ofrece un sistema de control basado en el uso de dos joysticks dos pistas que independientemente activan la activación de la larvas. La pantalla se coloca en el nivel de la cabeza, en un receso que sugiere una especie de vista telescópica. Battlezone es uno de los primeros ejemplos de videojuegos cerca de la noción de realidad virtual.

El espacio de juego representa un valle montañoso, que se describe como el primer ejemplo de espacio de representación 3D en el videojuego. Ambientes y enemigos son modelados en 3D. El jugador puede moverse libremente en el espacio, tanto en los ejes X como Y (en lugar de seguir un camino predeterminado). Por lo tanto, es posible visualizar tanques enemigos bajo todos los puntos de vista, 360°. El ambiente incluye objetos primitivos (cubos, pirámides), que pueden tener un papel táctico en servir como protección y que, en ausencia de un tanque enemigo en la pantalla, constituyen los únicos marcadores avanzados en la decoración. El horizonte montañoso, que presenta un volcán en erupción y la luna, está representado en 2D y no se puede unir: solo pasa por un pergamino lateral en cada cambio de dirección del tanque, simulando un efecto pseudo paralaje con los objetos del primer plano.

Como precursor de la representación 3D en arcade y videojuego familiar, el mundo de Battlezone marca la imaginación del jugador del tiempo. Dado que el mundo virtual no materializa ninguna barrera física, el jugador está tentado a alejarse del campo de batalla con la esperanza de alcanzar el horizonte. Los programadores sin embargo consideraron esta posibilidad, primero con el objetivo de alquilar el tiempo del juego: se recuerda a los jugadores aventureros que ordenan por una sucesión de misiles que los apuntan hasta que la muerte sigue. En los pasillos de las arcadas, sin embargo, cuenta la existencia de un pasaje secreto que conduce a otro, en cuanto al cráter famoso.